Leyendo Ahora
El duelo silencioso de perder un bebé y volver a ser madre, la historia de Natalie García

El duelo silencioso de perder un bebé y volver a ser madre, la historia de Natalie García

Coral Ventura

Perder un bebé es un tema delicado y del que a muchas nos cuesta hablar, especialmente en la sociedad en que vivimos. Compartir nuestras experiencias personales y de duelo puede ser un tema abrumador y angustiante, pero también es una práctica sanadora que puede ser útil para otros.

En esta oportunidad, conversamos con Natalie García. Madre, esposa y amiga que ha experimentado la pérdida de dos bebés y que, con valentía y resiliencia, ha abierto su corazón para contarnos cómo la maternidad ha vuelto a florecer en su vida. Hoy con dos hermosas niñas pequeñas.

Cuéntanos un poco de ti y tu experiencia ¿Qué fue lo que pasó exactamente? ¿Podrías compartir los detalles de cómo ocurrió la pérdida?

Viví la dura experiencia de perder a dos bebés antes de la llegada de mi primera hija. Al principio, ni siquiera supe que estaba embarazada, ya que me encontraba en una relación que estaba terminando y no había tenido relaciones sexuales recientemente. A pesar de tomar pastillas anticonceptivas, quedé embarazada, algo que solo ocurre al 0.01% de las mujeres que las usan.

Durante los dos primeros meses, mi ciclo menstrual pareció normal, hasta que la falta de un nuevo periodo me llevó al ginecólogo. La prueba de embarazo resultó positiva, y lo que consideraba una menstruación irregular era en realidad la pérdida de mi bebé.

Tras el legrado y la comprensión de la situación, asumí la pérdida con fortaleza. Era un matrimonio en crisis y, en el fondo, entendí que la vida me guiaba hacia un mejor camino. Aunque no fue una decisión que tomé yo misma, la forma en que ocurrió la pérdida me ayudó a sobrellevarla.

Mi segunda pérdida y la llegada de mi bebé arcoíris

Mi segunda pérdida fue muy dolorosa, especialmente porque el bebé era muy deseado en mi segundo matrimonio. Desde el primer momento, supe que estaba embarazada, aunque al principio las pruebas no lo confirmaban. Al final, una prueba sí salió positiva y mi esposo y yo estábamos muy felices. Sin embargo, dos semanas después, comencé a sangrar y tuve que guardar reposo absoluto.

A pesar de mis esfuerzos, el sangrado no se detenía y tuve un dolor de cabeza muy fuerte. Fui a urgencias sola, ya que mi esposo no podía salir del trabajo, lo que me hizo sentir aún más sola y ansiosa. Me inyectaron progesterona, pero días después, el ultrasonido mostró que el bebé no tenía latido. No fue necesario un legrado, pero la pérdida fue devastadora para nosotros.

Nos tomó tiempo recuperarnos y reunir el valor para intentarlo de nuevo. Con el apoyo de nuestro médico, decidimos intentarlo después de tres meses.

A pesar de nuestros temores, concebí nuevamente y así nació nuestra querida hija Luna, nuestro bebé arcoíris.

¿Cómo fue para ti emocional, mental y físicamente lidiar con la pérdida del bebé? ¿Cómo lo manejaste? 

La segunda pérdida fue más difícil porque ya había pasado por una antes y tenía miedo de no poder concebir o mantener un bebé. Aunque este bebé era muy deseado, el dolor fue más llevadero porque mi esposo estuvo a mi lado. Compartir el duelo hizo que la calma llegara más rápido.

En la primera pérdida, sentí mucha culpa por las cosas que hice sin saber que estaba embarazada. Aunque nunca lo sabré con certeza, siempre me quedó la duda de si pude haber hecho algo diferente.

¿Recibiste apoyo de familiares y amigos? ¿Cómo te ayudaron o, en algunos casos, cómo no pudieron ayudarte?

El apoyo de los familiares es relativo porque muchas veces no saben cómo apoyarte de la manera que realmente necesitas. Aunque intentan consolarte, suelen usar frases como “no te preocupes, eso le pasa a todas las mujeres” o “si el niño venía mal, mejor que se lo lleve Dios”. Estas palabras no alivian el dolor en el momento y pueden incluso hacerte sentir peor. Es como si se olvidaran del espectro emocional que vive la madre en ese momento.

Lo que realmente se necesita a veces es un abrazo, un silencio, o alguien que simplemente escuche. Los amigos suelen ser más comprensivos y ofrecen un apoyo más positivo, mientras que los familiares, aunque bien intencionados, a menudo no saben cómo brindar el consuelo que uno necesita.

Ver También

¿Qué mecanismos o estrategias encontraste útiles para lidiar con el dolor, el miedo y el sentimiento de culpa?

En mi primer embarazo que perdí fue como si nunca hubiera pasado. Terminé separándome de mi pareja y nunca más se tocó el tema.

En mi segunda pérdida con mi esposo, me ayudó mucho desahogarme, expresar lo que sentía sin vergüenza ni miedo. También leí libros sobre el proceso de maternidad y cómo prepararme para un futuro embarazo. Si hubiera necesitado ayuda psicológica, la habría buscado, porque es un proceso nuevo e inesperado para cualquier mamá.

¿Hay algún mensaje o consejo que te gustaría compartir con otras mujeres que puedan estar pasando por una situación similar?

Como consejo, lo primero es aferrarte a tu fe, sin importar en lo que creas. En segundo lugar, infórmate bien, lee bibliografía confiable y consulta a tu médico. Si no te sientes cómoda con tu médico, cámbialo; es tu derecho y es crucial sentir paz con quien te atiende.

Recuerda que cada persona tiene su propio tiempo para sanar. No dejes que nadie te diga cuándo deberías sentirte bien. Respeta tu propio proceso y no prestes atención a quienes no lo hacen.


En este mes de las madres, hemos querido dar voz a historias que a menudo permanecen en silencio. La maternidad es un viaje lleno de altos y bajos, y al compartir estas experiencias, esperamos que otras mujeres encuentren consuelo y se sientan acompañadas en su propio camino.

Ver Comentarios (0)

Deja una respuesta

© 2023 Pandora Todos los derechos reservados.
Términos y Condiciones - Políticas de Privacidad