Más allá de lo estético: Cómo la decoración estratégica de tu hogar puede influir en tu bienestar

Escrito por: Cynthia Díaz-Cohen, Arquitecta y creadora de contenido en @cynthiadiazcohenarquitecta

¿Sabías que los espacios, con sus formas y colores, pueden influir en nuestra manera de pensar y actuar, incluso sin que nos demos cuenta? Fred Gage, un innovador seudocientífico, ha investigado y demostrado cómo el entorno en el que nos encontramos puede modificar nuestra forma de comportarnos y procesar la información. Esta investigación nos ofrece una prueba contundente de que tener casas lindas y perfectamente decoradas no es suficiente; necesitamos la estrategia correcta para convertirlas en catalizadores de aspectos positivos en nuestras vidas. De lo contrario, sería una pérdida de tiempo y dinero.

Cada espacio, con todos sus elementos y su disposición estratégica, puede ser utilizado para despertar emociones específicas y moldear nuestra percepción de manera sutil pero poderosa. Así es, el ambiente que nos rodea tiene el poder de condicionar nuestra mente y dirigir nuestras acciones de manera invisible pero inevitable.

El propio científico, acompañado de su equipo de trabajo, pudo comprobar en sus investigaciones como en el cambio de ambiente que los rodea potencializaba su imaginación, impactaba su estado de ánimo, y motivaba a la creación de nuevas ideas o por el contrario, aumentan el cansancio, el pesimismo y disminuía considerablemente su capacidad de análisis.

Es así como como nace una ciencia vinculada al arte de la arquitectura que puede predecir y decidir cómo deben ser colocados los objetos, como debe manejarse la luz, el color y los ritmos de diseño para que ciertas conductas y comportamientos sean un mandato inequívoco para nuestra mente.

¿Qué señales y como las procesa el cerebro?

Los expertos estiman que nuestro cerebro se ocupa cada segundo de decodificar y organizar toda la información que está en nuestro ambiente, y que la mitad de este esfuerzo le corresponde a todo lo que percibimos por el sentido de la vista. Es allí donde radica el poder de un espacio estratégico para que eso que tiene que hacer nuestra mente cada segundo sea un proceso fácil, saludable y no estresante, y le permita al cerebro ocupar más energía en otros proceso cognitivos importantes.

Beneficios como una gestión emocional más acertada, generación de pensamiento más claro y objetivo, capacidad de enfoque por ausencia de distracciones innecesarias e inútiles y, sin duda, la proliferación de una inteligencia mayor hace de la estrategia de diseño del espacio una herramienta que no podemos dejar de utilizar en el día a día.

Algunas de las formas en las podemos mejorar nuestros espacios a favor de nuestra salud y del cambio positivo de nuestras conexiones neuronales son las siguientes:

• Un espacio más minimalista pasivo, ordenado y despejado es una idea correcta.
• Colocar pocos objetos hace que nuestra vista y cerebro necesite decodificar menos cosas. Así mismo, hacer ritmos delicados y sutiles y utilizar una paleta de colores monocromática y neutral, hace que el musculo ocular trabaje menos, favoreciendo el descanso reparador.

Esto aumenta la idea de seguridad y dominio. Donde el cuerpo encuentra esto, se relaja, bajando los niveles de cortisol y otras hormonas y sustancias relacionadas al estrés y la vida rápida, dando como resultado un cuerpo con más capacidad de gestionar su salud integral. La calma de estos espacios es, en general, su mayor potencial para proveernos de las señales perfectas para que la rápida y abrumadora vida que llevamos no nos destroce.

Espacios disparadores de emoción

Muy lejos de la idea general de que estos espacios pueden ser aburridos y carentes de estímulos, (cosa que sucede cuando la estrategia de diseño no es la adecuada y se centra en  la estética) los espacios minimalistas y neutrales son disparadores de motivación, de imaginación y de creatividad, cosa que ya saben la mayoría de los grandes empresarios y genios; una vida más simple y minimalista está directamente alineada a una vida más productiva, más creativa y más saludable.

No es una moda pasajera, la neuroarquitectura y el diseño estratégico es la nueva realidad, una casa linda puede, incluso, interponerse a tus metas y a tus conductas positivas, así que hacerlo correctamente es una tarea para inteligentes, ilustrados y todos aquellos que saben que una “buena vida” requiere pulir muchas aristas de a la cotidianidad. De igual manera, es importante y poderoso ordenar el espacio, nuestras casas y nuestras oficinas, donde pasamos todo el día.