Didi Food: Nuestra experiencia en Del Mundo Para El Mundo
Un viaje a la Ciudad de México puede significar muchas cosas. Con DiDi Food, en este caso, se trata de vivir una experiencia gastronómica inolvidable.
Tras recibir la invitación de parte del equipo DiDi tanto dominicano como mexicano, a la par de AF comunicaciones, era imposible resistirse a este evento. Un viaje informativo con dos días de pura adrenalina gastronómica era exactamente lo que estabamos buscando. Así que el sí vino casi de inmediato.
Didi Food lleva a Revista Pandora a Ciudad de México
Empezando con el día uno. A nuestra llegada, nos recibieron con goodies que nos daban el spoiler de que algo venía, y que ese algo iba a ser interesante. Una caja de dulces artesanales, una carta de bienvenida, una libreta, un lapicero y un pase gratis a la zona arqueológica de chichen-itza.
Por otro lado, no teníamos actividades programadas por lo que pudimos disfrutar de una cena de tres tiempos (donde nosotros elegíamos desde un menú varias opciones) y prepararnos para el día siguiente.
Día 2: Tour por instalaciones DiDi, DiDiFood y fiesta internacional
Comenzamos con lo divertido. Nos dirigimos a un gran edificio en Polanco, CDMX que nos quedaba a una distancia de 5 minutos caminando y subimos al piso 36. Aquí es donde la magia se crea. Después de darnos un tour por las instalaciones de DiDi y DiDi Food, nos regalaron una sorpresita.
¡Starbucks en la casa!
Pudimos saborear un café americano o latte en un coffee break programado antes de la rueda de prensa. Ahora bien, durante la conferencia, los líderes de DiDi Food: María Pia Lindley, Miguel Bordes, Catalina Arteaga y Jimena Romero presentaron los motivos y logros de la compañia en la actualidad. Algo que destacó dentro de su discurso fue como la pandemia abrió puertas para esta app, ya que ayudó a que impulsaran micro-negocios al mundo digital.
Un factor diferenciador de DiDi es que invierten directamente en promociones y estrategias de mercadeo para este tipo de micro-negocios, con cero costo de activación.
Fiesta Internacional de DiDi Food
En la noche del mismo día, pudimos apreciar una velada espectacular junto a un trago de bienvenida: tequila con agua de jamaica y picante-azúcar en los bordes, o mejor dicho, jamaiquila. Buenísimo, soy testigo doble, ja.
Después de un rato de buena música y coctéles, nos invitan dentro de una habitación dentro del lugar. Aquí vemos dos filas de mesas que llegan de extremo a extremo, con piñatas de DiDi como adorno. Ya al sentarnos, nos presentan un menú con las opciones internacionales (en honor a los países latinos presentes): República Dominicana, Colombia, Costa Rica, México.
Ojo, para el plato dominicano, sirvieron mofonguitos de queso y aguacate con chulitos de yuca y queso (¿Soy la única que no sabía qué eran chulitos? No me destronen de mi nacionalidad, porfis). Mucha comida después, cerramos con un shot de tequila y una fabulosa serenata con un mariachi.
Órale.
Día 3: Ruta de antojo DiDi Food
Aquí es donde la cosa se pone buena. Con toda la certeza del mundo, puedo volverme guía turista gastronómica después de este encuentro. Empezamos con el desayuno (porque nos exhortaron a no desayunar, osea, la cosa venía fuerte), en Cazuelas Nana Pancha donde el plato estrella eran los chileaquiles. Más adelante, nos mudamos al Mercado Roma donde tuvimos un tiempito para comprar artesanías si queríamos y después…bomba. Unos tacos de barbacoa por el negocio Don Chano de muerte lenta.
Y con ustedes, el happy hour: tetela. Las mejores palomas del mundo (el cóctel, cuidado). Y con razón, pues este negocio entra en el ranking de las 10 mejores coctelerías del mundo. Ahora viene dato curioso: El dueño nos llama al equipo de República Dominicana a donde él se encontraba, y justo cuando llego yo (un poco tarde, me estaba pidiendo una paloma), puedo escuchar la frase a medias “verdaderamente me siento más dominicano que mexicano”.
What. ¿Esto significa palomas ilimitadas? ¿Es esto un sueño o la vida real?
OK. Ya en una nota seria, Alfonso nos cuenta que viaja mucho a la isla y que le encantaría colaborar. Incluso, abre un poco la conversación y nos confiesa que una vez se quedó hasta la quimbaba en un colmado por El Malecón. Larga vida a Alfonso.
Próxima parada: las mejores hamburguesas del bloque. Paparrius Burger. Oigan bien, yo ya estaba llena, de verdad, pinky promise. Pero me atreví a darle un bocado a una de las que me pusieron en frente y bueno, el resto es historia. La devoré. Más tarde, tuvimos un quick stop en una plaza antes de llegar a la última parada porque sí, quedaba otra. La casa de Toño. Aquí me atreví a pedir un pozole de vegetales (sus pozoles son famosos), un flan americano y un chocolate de la abuelita. ¿Combinación extraña? Quizás. ¿Estaba todo delicioso igual? Correcto.
Y eso es todo del viaje con DiDi Food, en su primera celebración internacional.
¡Que sea una de muchas! Cheers.
