La dinámica de introducir un nuevo bebé a la familia

Si estás embarazada, te felicitamos, ya que la llegada del bebé es una de las etapas más hermosas que puede vivir una mujer, pero debes saber que también es una de las más demandantes.

No estamos aquí para asustarte, pero sí para poner tus pies sobre la tierra y aclararte que no todo es color de rosa y tu vida está a punto de cambiar para siempre.

Lo primero que debes saber es que al principio puede que te cueste un poco adaptarte a tu nueva vida, en especial si deseas lactar a tu bebé, porque se pasará la mayor parte del día pegado a tu pecho.

No te sorprendas si llega la noche y no has podido tomar un baño o si todas tus comidas son con el bebé succionando de tu pecho.

En esta etapa tu red de apoyo es súper importante porque es cuando más mujeres tienden a desarrollar depresión post parto, así que mantente alerta de tus emociones y pide ayuda en caso de que la necesites.

Si bien es cierto que hay bebés tranquilos, la mayoría no lo son. Eso que te dicen de “duerme mientras puedas” es verdad, muchos bebés necesitan comer cada dos horas y algunos duermen por periodos de tiempo muy cortos.

Llegarán momentos en los que extrañarás tu antigua vida donde nadie dependía de ti y eras dueña de tu tiempo. No te sientas culpable, esto es normal, ya que vivirás una especie de duelo donde dejarás atrás la mujer que eras para convertirte en madre.

Ambos miembros de la pareja deben participar

Si cuentas con el apoyo de tu pareja para la llegada de tu bebé es maravilloso, ya que muchas mujeres han tenido que criar a sus hijos solas como consecuencia de un padre irresponsable.

Si este no es tu caso, te recomendamos darle total participación al hombre desde el inicio, ya que algunos solo se apoyan en el rol de proveedor y no se hacen responsables de los cuidados que necesita el bebé.

Es cierto que los chicos no pueden lactar, pero pueden ayudar con los cambios de pañales, con el baño y con la rutina de sueño.

En algunos casos las madres se extraen la leche para que su esposo pueda alimentar al bebé mientras ella descansa.

Es muy importante que se sienten a definir los roles y la participación de ambos en la crianza desde el momento de la concepción, ya que esta responsabilidad tiende a recaer en su mayoría sobre la madre.

La llegada del bebé trae nuevos retos

La maternidad no te impide seguir siendo mujer, esposa o amiga, pero sí tendrás la nueva responsabilidad de estar pendiente de todo lo referente a tu bebé… si comió, si necesita algo, si se enferma, quién lo cuidará cuando salgas…

Otro aspecto a tomar en cuenta es que un bebé se llevará gran parte de tu presupuesto, porque a menos de que tú o tu pareja se queden en casa, tendrán que buscar una guardería o una persona que se haga cargo de él mientras trabajan.

Aparte de los gastos en pañales, leche, alimentos, visitas al doctor, ropa e imprevistos que surgen en el camino, por lo que de seguro tendrás que barajar una que otra salida con tus amigos.

Rutinas

Las expertas en maternidad sugieren que desde pequeño intentes crear una rutina con tu bebé, para que se vaya acostumbrando y sepa con anticipación lo que le espera.

Los primeros días ambos deben fluir, pero a medida de que lo vayas conociendo puedes ir estableciendo una serie de pasos a seguir, como por ejemplo, tiempo de juego, de bañarlo, alimentarlo y luego dormir.

Si creas una rutina con tu bebé será más fácil para él llevarla a cabo contigo o con cualquier otra persona a quien le delegues la responsabilidad.

Inténtalo, pero no te frustres si no lo logras, los bebés son todos diferentes y lo que funciona en otros no necesariamente funcionará con el tuyo.

Lo importante es que cumplas con tu rol lo mejor que puedas y que tu bebé sepa que cuenta contigo aún cuando a veces pierdas la paciencia.