Look Both Ways: Lo que me enseñó
Entre días lluviosos y palomitas, di con la película en Netflix “Look Both Ways”. Sé que este segmento siempre lo he enfocado en libros y su relación con mi maternidad, pero la realidad es que los libros no siempre son del gusto de todos. Algunas personas son más visuales, y no podemos negar que en todos los recursos podemos encontrar reflexiones importantes.
La reflexión detrás de Look Both Ways
“Look both ways” o “Mis Dos Vidas” es un drama que muchos categorizarían como <light>. Trata de una joven que justo al graduarse de la universidad, se entera que está embarazada [a los que me conocen: ¿les suena familiar?]. La película relata simultáneamente lo que es la vida de Natalie con y sin su bebé, y qué decisiones toma en su vida durante los 20’s en ambas situaciones.
No vamos a decir que es una pieza cinematográfica romántica o una película que será taquillera, pero la realidad es que me sentí muy identificada. Me hizo pensar mucho en las decisiones que he tomado en mi vida. Curiosamente quien me la recomendó fue mi compadre —un hombre exitoso de 35 años que tiene ya dos niños hermosos y un matrimonio feliz—. Honestamente, cuando le di a <play> repasé la conversación que tuvimos varias veces para asegurarme que era esa la que me recomendó. Me había dicho que “le hizo reflexionar sobre su vida con hijos y cómo no cambiaría absolutamente nada” y ustedes saben que yo estaba esperando un “What dreams may come” o algo así.
En conclusión, ¿Qué aprendí de Look Both Ways?
Pero [para no ser injustos con el compadre] a mí también me hizo reflexionar. Nadé entre sentimientos que creo que a la fecha no he podido interiorizar. Cuando me enteré que estaba embarazada a los 24, a días de comenzar mi maestría en Londres, con todas las ambiciones de mundo, el proceso de asimilación fue el siguiente:
- Mi mundo se derrumba [Duración: 2 días]
- Creo un plan [Duración: una semana].
- Ejecuto el plan en automático [Duración: 6 años y contando]
Nunca me detuve a pensar en el “qué pudo ser”, y por primera vez, Lili Reinheart (que para mí es la reencarnación de Brittany Murphy) me hizo preguntármelo.
A veces sentimos que preguntárnoslo es traicionar al resultado, es serle infiel a esa gran historia de superación, a esa guerrera que nació de un accidente. Pero en realidad, conectar con esa persona que “podíamos haber sido” nos recuerda nuestras metas y nuestras ambiciones, borrando los tiempos y las expectativas.
Look both ways me enseñó a apreciar lo que pudo ser para impulsar el será. Y esto, damas y caballeros, apagó el piloto automático.
Si quieres leer más reflexiones de este tipo, aquí comparto muchos de mis pensamientos.
