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Raeldo López como Quico
Por: Leandro A. Sánchez y Patricia Crusset Coordinación: Patricia Crusset Fotografía: Adolfo Florentino Manejo digital: Iván Mieses Vestuario: Alba Canario Maquillaje: Génesis Concepción
Él aceptó por segunda ocasión el reto de transformarse en un popular personaje. En esta oportunidad, Quico, el del Chavo del Ocho… Amado y odiado por muchos, es uno de los rostros más populares de esta serie televisiva mexicana. Y Raeldo, dispuesto a todo, nos dijo que sí, que sería Quico por varios minutos, este 2017.
“Nada que haya sido fácil representa buenos beneficios para un profesional”
Popular y muy seguido en las redes sociales que dominan prácticamente todos los sectores de la sociedad, Raeldo López es un joven talento dominicano que se ha destacado por su gracia, elocuencia, respeto y responsabilidad en los distintos escenarios por los que se ha paseado… Es un profesional que a sus 30 años ha tenido la oportunidad de probar un poco de todo en la industria del entretenimiento local: radio, televisión, teatro, cine… Y lo mejor es que dice sacarle provecho y vivir la mejor de las experiencias en cada una de estas áreas.
Ahora, en agosto, lo veremos en un nuevo proyecto junto a Georgina Duluc, “Pareja abierta”, en el Palacio de Bellas Artes, desde el 24 de agosto. “Es mi producción más ambiciosa a la fecha. Una tremenda comedia escrita por Darío Fo, ganador del Premio Nobel, que refleja una problemática actual y muy frecuente en las parejas. Estoy seguro que se divertirán mucho y recibirán una gran lección”, nos dice entusiasmado.
Sobre esto, y otros aspectos de su vida personal y profesional, conversamos.
No es la primera vez que trabajas junto a Georgina, ¿qué tal la experiencia?
Es una gran compañera y profesional. Repetir la experiencia con ella, en esta ocasión como productores asociados, sé que nos traerá buenos frutos.
Alguien especial con quien te gustaría trabajar en teatro… Con mi hijo Gael. Algún día, si está destinado a que sea, será.
Cuentas con más de 10 obras en tu carrera teatral, incluso, has asumido roles simultáneamente. Al momento, ¿cuál ha sido tu personaje más retador?
Cada oportunidad es nueva y trae consigo sus propios retos. Hay personajes que tienen más posibilidades que otros en términos de interpretación, pero entiendo que el próximo siempre es el más retador, pues uno quiere hacerlo mejor que la vez anterior; crecer como profesional.
¿También formas parte de la nueva generación que se abre camino en la TV local. ¿Ha sido fácil o has sentido cierta resistencia?
Nada que haya sido fácil representa buenos beneficios para un profesional. La televisión me ha dejado y me da muy buenos réditos. Mantenerse es quizás lo más retador. Cuando uno asume como su mayor competencia lo que el espejo refleja cuando te paras frente a él, se hace más efectiva y con sentido.
Muchos comunicadores y actores han dado el salto a la radio, que califican como un medio más rentable y dinámico. ¿Qué te parece a ti la idea?
Hice radio hace unos años como productor y conductor en mi show “Cambio y fuera”. La radio es mágica, me encantaría volver a hacerla.
Quico, el personaje que interpretas en esta ocasión, era conocido como un niño mimado, al que su madre apoyaba en todo. ¿Qué límites le estableces a tu hijo?
Intento hacer mi mejor trabajo con él. Me esfuerzo en enseñarle la paciencia, la disciplina, el entendimiento, el perdón, el sacrificio y otros valores que representarán los límites y principios de su vida adulta.
Contrario a Quico (su padre desapareció en un naufragio), tu pequeño vive junto a ti y tu esposa Cristal. ¿Cómo es la dinámica familiar entre ustedes?
Nos divertimos mucho. Tratamos de pasar el mayor tiempo posible juntos, de tener nuestras comidas en familia y de acompañarnos… De estar presentes el uno para el otro y superar juntos los momentos difíciles, que como toda familia llegan en algún momento.
Y tú, ¿cómo eras de niño… alguna travesura en su momento volvió “locos” a tus padres?
Yo era de lo más ecuánime y tranquilo. Mi madre da fe y testimonio de eso. Lo mío era comer.
Pese a lo engreído y manipulador, Quico tiene un corazón de oro. ¿Qué te conmueve?
La honestidad, lo bien hecho. El amor incondicional y la esperanza. Cuando veo estos principios en algún ser humano o situación, me siento muy identificado.
Aunque mantenía amistad “amor-odio” con su vecino “El Chavo del Ocho”, era su mejor amigo, junto a la Chilindrina. ¿Quiénes son tus amigos del medio artístico? ¿A cuáles consideras más que compañeros de trabajo?
A mi compadre René Castillo; siempre ha sido ese amigo y hermano que protagoniza la respuesta a esta pregunta, cada vez que me la hacen.
Nos han contado que quienes te contratan han tenido muy buena experiencia con sus marcas en tus redes sociales. ¿A qué crees se deba el engagement con los seguidores?
Quizás porque no lo hago por dinero. Me gusta que los mensajes que me confían funcionen y sean efectivos. Me esfuerzo por ello, y junto a mi equipo intentamos hacer lo mejor posible para que cada video o publicación le guste a quien la vea.
Twits para una vida
Quico vive en el Departamento 14 de la vecindad del Chavo, junto a su mamá Doña Florinda. / Su nombre completo sería Federico Mátalas Callando Corcuera; éste se deduce del nombre completo de su madre: Florinda Corcuera y Villalpando, Vda. de Mátalas Callando. / Es huérfano de padre, quien era teniente de fragata de la Armada de México, murió en un naufragio, devorado por un tiburón o ballena. De ahí que en la serie se diga: “Federico descansa en pez” y no en paz. / Su última aparición fue en el capítulo “Todavía no es hora de clases”, en 1978, debido a conflictos internos y su llegada ocasional a Venezuela. / Sus amigos son el Chavo, la Chilindrina y Ñoño, a pesar de que Doña Florinda le dice que no se junte con “la chusma”, es decir, con ellos
Un niño de nuestro tiempo
Interpretado por el actor y humorista mexicano Carlos Villagrán, Quico es sin duda alguna uno de los personajes más populares y queridos de la muy famosa serie televisiva “El Chavo del Ocho”.
Apodado en ocasiones como “Cachetes de marrana flaca”, es un niño que lo tiene todo; su mamá lo ha criado creyendo que es mejor que la gente de la vecindad y que los vecinos de allí no están a su altura. Sin embargo, Quico no está muy convencido de ello…
Si lo pensamos fríamente, quizás lleguemos a la conclusión de que actualmente hay muchos “Quicos” en nuestra sociedad. ¿Culpables? Los padres. Y es que Quico es un niño sumamente engreído, creído y manipulador; reclama toda la atención para él y no escatima esfuerzos para lograrlo. Siempre logra que su mamá salga en su defensa ante cualquier circunstancia, aunque no tenga la razón.
Además, se escuda tras la máscara de ser el “rico” de la vecindad, alardeando todo lo que tiene; no es capaz de alabar los pequeños triunfos de los demás, y si alguien consigue algo, él debe tener algo superior.
Suele caer bien a quienes no le conocen del todo, aunque tras su imagen dulce muestre antivalores como la envidia y la codicia. Pero en el fondo tiene buenos sentimientos y es muy cariñoso… Sí, ¡cómo no!