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Iamdra full…of grace
Entrevista: Airam Toribio Fotografía: Christian Duval Estilismo: Enyer Díaz Maquillaje: Bryan Santana Peinado: Nadiel Beltrán Locación: Museo de la Porcelana
¡Estoy enamoradísima de mi hijo Rodrigo!
Cuatro meses y contando para verlo. En el caso de la comunicadora Iamdra Fermín, tenemos 24 años viéndola crecer y desarrollarse en los medios; suficientes para que nos sintamos parte de su familia y de su vida.
Este año, en julio, cumple dos años de matrimonio con su esposo Andrés Madera, y que mejor celebración que agrandar la familia. Aunque gozar de una familia numerosa para ella no es nada nuevo (tiene tres hermanas y dos hermanos), la maternidad si lo es, y vaya que ha sido una aventura.
Iamdra finalmente confirma, en las páginas de Pandora, lo que por semanas se había especulado: ¡está embarazada! En exclusiva, nos habla de cómo ha sido el proceso, y como ella y su esposo han asumido este nuevo rol.
¿Qué sentiste cuando quedaste embarazada?
Cuando nos dimos cuenta que el retraso en el periodo significaba un nuevo integrante en la familia, sentimos una gran alegría mezclada con un poquito de miedo. Este nuevo sentimiento me ha llevado a pedirle a Dios, primero por la salud de mi bebé, y luego sabiduría para criarlo. ¡Estoy tan ilusionada con esta nueva etapa!
¿Cuál fue su reacción al enterarse del sexo del bebé?
¡Felicidad total! Ya es una tremenda bendición que Dios nos haya dado el privilegio de ser padres y que nuestro bebé tenga salud, pero nos encanta la idea de que el más grande sea varón y que cuide a los demás hermanitos que nos gustaría tener”.
¿Cuando eras niña querías ser madre a esta edad o más joven?
Siempre pensé que me convertiría en madre antes de los 30. Mi idea era aprovechar la vitalidad de los 20 para criar a varios al mismo tiempo (risas). Pero como mi mamá siempre me dice “Dios es el que sabe”. Éste fue el tiempo perfecto y adecuado.
“Su apodo por ahora es ‘Chichí’. Por las mañanas paso la mano por mi barriguita y le digo:
¡Hola lindo!”
“Resumiría estos meses con la frase de Anne Lamott: ‘Hay lugares en el corazón que no conoces hasta que amas a un niño’. Había escuchado muchas veces de ese amor, pero no se experimenta hasta que lo sientes dentro de ti”.
Cambiaste de imagen, te casaste y aún así las personas que te vieron crecer frente a las cámaras te siguen considerando como una niña. ¿Piensas que la maternidad finalmente cambiará esta percepción?
(Risas) Pues no lo sé, pero tampoco me quita el sueño. La realidad es que parezco más joven de lo que soy. Quizá si el embarazo me maltrata mucho y me comienzo a verme desmejorada…
Con mucha frecuencia la percepción no tiene nada que ver con la realidad, y estoy disfrutando cada etapa de mi vida, aunque me vea más joven de lo que soy, lo cual, si te pones a pensar, es una gran ventaja (risas), pues en 10 años seguiré pareciendo más joven… ¡Mariasela, allá voy!
¿Es cierto eso de que los hombres también sufren los malestares?
He oído eso, pero a mi esposo hasta ahora no le ha pasado. Lo que sí debo reconocer es que se portó excelente cuando yo estaba en medio de los míos, siempre cuidándome y atendiéndome mientras yo tenía náuseas o me bajaba la presión. Y como yo ni podía entrar a la cocina porque los olores de la comida me molestaban muchísimo, él me cocinaba.
¿Ha cambiado en ti el significado de la maternidad?
Siempre me ha llamado la atención cómo las madres miran a sus hijos, se nota que están enamoradas profundamente, no importa la edad de éste. Creo que me pasó lo mismo cuando vi la primera sonografía (que por cierto, ni se entiende bien). Este bebé está dentro de mí y cada vez que lo pienso me invade una alegría que nunca había sentido.
¿Qué es lo más tedioso de ser madre primeriza?
En mi caso, los malestares. Desde que cumplí un mes y medio hasta los tres meses y medio estuve prácticamente sin salir de casa, sintiendo náuseas, con presión baja y taquicardia, sensibilidad a muchísimos olores (incluyendo los que antes me gustaban), vómitos constantes, acidez, reflujo gástrico, etc. Me sentía tan mal que a veces me olvidaba que estaba embarazada y simplemente entendía que estaba enferma. No recuerdo haberme sentido así jamás en mi vida. Tuve que cancelar trabajos, reuniones, la obra de teatro para la que llevaba varios meses ensayando; me sentía completamente inútil, pues sólo tenía ganas de dormir. Estaba completamente fuera de control. Cuando le vi el corazoncito latiendo por primera vez entendí que todo eso valía la pena.
¿Qué es lo que más has disfrutado?
Leer sobre su evolución: que si en esta semana ya tiene huellas dactilares o que ya tiene párpados pero están cerrados… estas informaciones me llenan de ilusión. Otra cosa que me encantó fue verlo moviéndose dentro de mi útero, levantando sus piernitas, moviendo sus brazos. ¡Estoy enamoradísima!
“Me he visto buscando en Google muchísimas cosas. Por ejemplo, unos cuestionarios con preguntas extrañísimas para ayudarte a predecir el sexo del bebé y nada que ver (risas)”.
¿Qué es lo que más podría asustarte de este proceso?
Mi mayor preocupación ahora es la salud de mi bebé, los estudios nos han indicado que todo esta bien gracias a Dios. En un segundo plano, no te voy a mentir que me preocupan los cambios en mi cuerpo… si aparecerán las temidas estrías o si podré recuperar mi forma (ya tengo 10 libras más).
Tu mayor antojo:
Ravioli de queso ricotta y espinaca con salsa bolognesa.
¿Te has visto obligada a dejar algunas actividades?
Ya no puedo hacer aquellos maratones de trabajo que empezaban en las mañanas y terminaban en las noches. Ahora tengo que comer alrededor de siete veces al día (porque si no como cuando me da hambre me pongo malita) y debo descansar un par de veces al día, porque si no, fácilmente me duermo en cualquier lugar. En general, ahora duermo mucho más. Me han dicho que aproveche, porque cuando nazca, ahí sí es verdad que más nunca volveré a dormir (espero que estén exagerando).
He tenido que abandonar momentáneamente el ceviche, la cava y el cafecito que me tomaba de vez en cuando (risas).
Con la delincuencia que está viviendo nuestro país, ¿podría a una mujer asustarse con tan sólo pensar en procrear?
Guardo en mi corazón la esperanza de que las cosas mejoren. Quién sabe si un adulto nacido en esta generación será quien haga la diferencia más adelante.
¿Cuáles entiendes son los mayores retos a los que se enfrenta una madre Millennial como tú?
Educar a mi hijo con un acceso saludable (no excesivo) a la tecnología, que corra y juegue aunque vivamos en un apartamento. Dedicarle tiempo y de calidad. Que aunque estemos en una situación económica acomodada no dé por sentado las cosas buenas que tiene y aprenda a ganárselas. Quiero no sobreprotegerlo.
Sin embargo, Rodrigo nacerá dentro de una generación que será nativa digital.
Es ley de vida. A mí se me hace súper sencillo usar la computadora, por ejemplo; pero mami tuvo que hacer un curso de informática en su momento, recientemente aprendió a usar el smartphone y lo maneja divinamente. Me tocará aprender lo nuevo y soportar que mi hijo se ría cuando le pida ayuda con algo que para él es facilísimo.
También se dice que será la generación más inteligente hasta ahora. ¿Puede asustar a los padres el hecho de que sus hijos tengan más sapiencia o conocimientos que ellos?
No te niego que me da un poco de miedo, pero mi suegro y yo conversábamos sobre eso el otro día y me dijo “No te preocupes, tú y Andrés tienen la base de los buenos valores, esos no pasan de moda aunque la tecnología evolucione”.
“Me he visto buscando en Google muchísimas cosas. Por ejemplo, unos cuestionarios con preguntas extrañísimas para ayudarte a predecir el sexo del bebé y nada que ver (risas)”.