Cuando John Galliano fue despedido de Dios en 2012 muchos creyeron que la maison caería en picado. Un año después, llegó Raf Simons a la dirección creative y los números dieron la razón a este relevo. Sus piezas de alta costura se vendían un 20% más. Pero el pasado martes Renzo Rosso, propietario de Margiela, la marca en que ahora diseña Galliano, habló. El creador ha devuelto a esta firma a la primera división. En un año sus ventas han aumentado un 30%.

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