Leyendo Ahora
Marko: “República Dominicana es el primer país que confía en mí para hacer cine”

Marko: “República Dominicana es el primer país que confía en mí para hacer cine”

Airam Toribio

Recuerdo la primera vez que vi uno de los videos de Marko. Fue en 2018. Mi amiga Sabrina, que es venezolana al igual que él, me enviaba, casi como un ritual, al menos dos videos a la semana del Instagram de Marko. Su contenido, aunque sencillo, tenía esa chispa que hacía que te quedaras viendo (aún lo hace). Nos hacía reír y sentirnos vistas, mientras, sin darnos cuenta, Marco Pérez (su nombre de pila) y su audiencia se preparaban para una aventura y liderazgo aún mayor que el de entonces.

Marko l Foto por Jerameel Reyes
Marko l Foto por Jerameel Reyes

Justo en 2018, el creador de contenido gana tres premios Emmy por El poder de un post (Mejor Documental, Mejor Edición y Mejor Dirección”. El audiovisual de 8:15 minutos aún está colgado en su cuenta de Youtube.

Su galardón más reciente lo recibió hace poco en nuestro país. Los Premios Heat, realizados el pasado mes de julio en Punta Cana, le otorgaron el premio a Mejor Contenido de Plataforma por su espacio La Nave Pódcast.

Y aunque el contenido en redes ha sido su gran punta de lanza, lo que lo trae nuevamente a República Dominicana y por primera vez a las páginas de Revista Pandora, es un sueño hecho realidad: actuar en cine. Marko ha debutado en la pantalla grande interpretando a un ángel en la comedia romántica Perdiendo el juicio, dirigida por el dominicano Frank Perozo.

Marko l Foto por Jerameel Reyes
Marko l Foto por Jerameel Reyes

“Caribbean Cinemas y República Dominicana son la primera productora y país, respectivamente, que confían en mí para el cine. Te voy a decir una cosa, aquí el personal es de primera línea, tanto actores, como maquilladores, camarógrafos, directores… Todo el equipo latino de aquí trabaja en películas de Hollywood que se han rodado en RD, por ejemplo. Que ellos te consideren para hacer un personaje, cuando el único trabajo que han visto tuyo es el de un tipo con una peluca en las redes, es bastante complicado”.

Nos contó Marko con una genuina gratitud.

Nuestra conversación duro cerca de 40 minutos y se sintió más como un viaje por la memoria que como una entrevista. Fue una plática muy rica en diversos temas: las redes sociales, sus comienzos, ser un girl dad, su amor por desayunar diariamente mangú con salami mientras rodaba, su nueva faceta de actor de cine, y por supuesto, su querida Venezuela. Una charla tan rica y auténtica como el propio Marko, quien nos recuerda que los sueños que parecen imposibles son solo el comienzo de una historia aún mayor.

Empezaste en el mundo del arte en Venezuela. Ahora te vemos como comediante en redes sociales y desde este año como actor de cine. ¿Supiste siempre que te dedicarías al mundo del arte?

Lo supe desde pequeño porque cuando estábamos en mi país, hice un casting para una serie juvenil muy famosa en Venezuela. Hice varias series juveniles y novelas, y fue entonces cuando me di cuenta de que podía vivir de esto. De hecho, mi mamá y yo vivimos muchos años del dinero que entraba a la casa por la televisión.

Perdiendo el juicio es tu segunda película… cuéntanos del proceso.

Es realmente mi primera película grande, en cine, bien hecha, porque la anterior fue en formato para redes sociales, que era de un personaje que yo tenía. Cuando me llamaron para ofrecerme el papel me sentí muy nervioso, pues no había hecho cine anteriormente.

La grabé hace año y medio y tenía recuerdos de las escenas, pero verme el día del estreno por primera vez… quedé muy sorprendido.Ver que estuve a la altura de los grandes actores con los que trabajé me puso muy feliz.

Cuando llegué a la lectura del guión, yo estaba en todas la escenas, pero no hablaba. Y dije, “¿pero y esto por qué?” (risas). Ya luego entendí, bueno, es un suponer, que ellos tenían miedo de que yo no fuese a dar la talla. Fue bastante cómico porque el primer día que rodé tuve unas escenas y parece que ese primer día ellos como que dijeron, “ven acá, este tipo sí actúa”. Y ya luego todas las mañanas que llegábamos al set me decían: Marco, tres líneas; otra escena, cuatro líneas. Y mira, me fue tan bien que terminamos esa película con el contrato de una nueva, que es El Heredero, junto a Raymond y Miguel, cuyo trailer se estrenó hace unas semanas.

“Perdiendo el juicio tiene un llamado a la conciencia bien lindo, sobre cómo aprovechamos el tiempo y qué pasaría si solo tuviésemos 24 horas para para hacer lo último que podamos”

¿Qué harías tú si tuvieras unas últimas 24 horas?

Las pasaría con mis hijas, que es como paso todos los días de mi vida mientras estoy en casa.

¿Cómo es dejarse guiar por Frank Perozo? 

Dios no me pudo haber puesto mejor persona para empezar en el cine que Frank. Él es impresionante. Yo por ejemplo soy líder de mi equipo y me cuesta mucho manejar las cosas cuando todo está en caos; Frank maneja el caos y la presión de una manera perfecta; un capitán que logra que el equipo esté en armonía.

Marko l Foto por Jerameel Reyes
Marko l Foto por Jerameel Reyes

En el filme, también te tocó compartir con una compatriota venezolana, a quien hace unos meses tuvimos en la portada de Revista Pandora, la actriz y comunicadora Bárbara Plaza. ¿Cómo fue la interacción entre ustedes?

Pues Bárbara es, como decimos en mi país, una malandrita, Bárbara y yo somos tígueres al mil, y yo conecté con ella porque somos muy parecidos. Me parece que de las mejores actuaciones de la película fue Bárbara. Es muy buena, una actriz muy natural, muy disciplinada, muy respetuosa. No sé cómo en mi país la dejaron pasar por debajo, no sé cómo no estuvo en producciones de mi país.

Eres papá de hijas. Tu esposa tiene una hija que ha crecido contigo, y juntos tienen dos niñas más. ¿Qué has aprendido de ser un girl dad?

Aprendí a ser mejor persona; he mejorado mi actuar en la vida porque quiero forjarlas a través del ejemplo y no solo de la palabra. Ellas me han enseñado a ser una mejor versión de mí. Quiero que se sientan orgullosas de su papá.

Me causó mucha curiosidad que tus hijas pequeñas se llaman Amor y Roma, que son nombres invertidos. ¿Cuál es la historia detrás de esta elección?

Los nombres son muy importantes, es una de las cartas de presentación que tenemos. Entonces, queríamos nombres que llamaran la atención, que se quede tatuado en la mente de quien lo escuche apenas conocen a la persona.

Marko | Foto por Jerameel Reyes

De hecho, tu nombre artístico es Marko, pero el nombre real es Marco con “C”. ¿Por qué decidiste hacer el ese cambio?

Realmente no tengo una historia de marketing detrás, sencillamente se dio porque en el momento que abrí Instagram no estaba disponible Marco con “C” (risas)… siento que quedó perfecto el Marko con “K”, es bastante interesante.

¿Fuiste visionario con las redes sociales o fue algo que se fue dando?

Lo vi desde un principio porque yo trabajaba redes sociales, así que siempre tuve claro el crecimiento que iban a tener. No tenía claro que iba a pasar conmigo, pero sí que en ese entonces eran el presente, no el futuro. Algo gratis como las redes sociales tiene la capacidad de cambiar la vida, puede impulsar tu negocio, tu marca y tu visión a nivel mundial.

O sea que las redes sociales han ido guiándote desde el principio, a quizás crear lo que eres hoy.

Sí, siempre. Yo he crecido desde el momento cero con las redes, hemos crecido juntos.

Yo soy un cazador de redes sociales en potencia y también sé identificar si una no va a más. Por ejemplo, te puedo decir que quienes tienen los números, quienes están teniendo la popularidad no están en TikTok ni Instagram… están haciendo streaming en plataformas como Twitch o Kick. Ahora el presente son ellos.

Ver También

Hace poco firmé contrato con una de estas y ahora me toca entrar y adaptarme.

¿Qué anhelas en un futuro cercano? Si pudieras pedir un deseo, ¿Qué sería?

Todos los días pido por la salud de mis hijas, y si estuviera en el poder, pediría lo que cualquier venezolano: la transición a un gobierno democrático, honesto y coherente con lo que el país necesita… que ya lo tenemos, lo tenemos, bueno, no nos dejaron.

Deseo tener un país tan lindo como República Dominicana.

Marko l Foto por Jerameel Reyes

¿Te ves trabajando o presentándote nuevamente en Venezuela?

Te quiero ser bien honesto, mi mente no está en las tarimas. Me visualizo metido ayudando al sistema hospitalario de mi país, a los niños con cáncer, a la gente con diferentes patologías o enfermedades graves. Y después que haya puesto ese grano de arena, sin ningún cargo público, entonces ahí vemos qué pasa.

Yo trabajo mucho por mi país y lo haré siempre porque me llena el alma. Me ocupo denunciando la injusticia, trabajando por los niños con cáncer en el país y eso me mantiene en paz, me calma la impotencia de ver lo que está pasando.

¿Cuánto tiempo tienes fuera de Venezuela?

Unos 8 años y medio.

¿Cuál es la importancia de estar abierto a recibir consejos, incluso cuando quien los da es una persona que tenga menos experiencia que tú?

Yo siempre guío mis acciones inspirado en las acciones que veo de los más grandes, siempre. Todos los movimientos y pasos que doy se dan viendo cómo trabajan los más grandes. Te puedo poner el ejemplo de Bill Gates… De hecho, hay un documental de él que todo el mundo debería ver. En él el magnate plantea un proyecto y dice: vamos a poner 10 salas de cine y busca al mejor del mundo colocando pantalla, al mejor del mundo que pone butacas… y todos son equipos jóvenes, y él se sienta y lo escucha a todos y crea proyectos increíbles. Entonces yo me veo en esa gente, hay que escuchar. Muchos artistas no quieren escuchar. El ego no puede dominar tu negocio; te va a ir muy mal si te domina el ego.

Ojo, está muy bien usar el ego, ¿para qué? Bueno para que te ayude a darte valor en una negociación, para que sepas dónde estás y no tengas retroceso en tu carrera. Sin embargo, no te ayuda en nada a la hora de tomar decisiones creativas, a la hora de compartir con equipo, a la hora de escuchar. El ego no te permite visionar.

Volviendo al tema del inicio, todo el mundo dice rodéate de gente brillante a tu lado y no entienden que la gente brillante no la consigues cruzando la calle. A veces, para reconocer si una persona es brillante, tienes que darle la oportunidad de caminar contigo unos meses.

Marko | Foto por Jerameel Reyes

Ya para terminar, vamos a hablar de estilo. ¿Intervienes en las decisiones de lo que usas para las presentaciones?

Ahí tengo un problema y es que yo no sé vestirme y eso evitaba  que me atreviera a usar cosas distintas. Ahora tengo stylist en Miami, con un diseñador colombiano y él decide lo que me voy a poner. A veces me pone unas cosas fabulosas y la gente se me queda mirando raro y yo digo: “¡Lo logramos!”. Entendí que el negocio va por ahí”.

Mis diseñadores juegan mucho a nunca estar en la mitad, es decir, o estamos en la lista de los mejores vestidos o en la de los peores. Yo antes les exigía estar safe. Luego entendí que eso era un error. En las presentaciones y alfombras rojas te juro que me he sentido artista gracias a mi vestimenta, algo que antes no sentía.

© 2023 Pandora Todos los derechos reservados.
Términos y Condiciones - Políticas de Privacidad