El Método MIT: cómo aplicarlo para una vida más productiva
Diariamente nos enfrentamos a largas listas de quehaceres pendientes y, muchas veces, nos abrumamos pensando que el día no tiene suficientes horas para cumplir con tus tareas. Sin embargo, todo es cuestión de encontrar la manera más ideal para organizarte, y una herramienta útil para esto es el Metodo MIT.
¿Qué es el Método MIT?
Como dicen sus siglas en inglés, «Most Important Thing», (cosa más importante en español) el MIT es un método que consiste en distribuir las tareas empezando desde la que tenga mayor prioridad, ya sea por volumen o complejidad, hasta la menos urgente de tu lista.
Este método tiene el objetivo de ayudarnos a priorizar y, a partir de ahí, establecer un orden de acción para evitar que los quehaceres se acumulen. Sin embargo, es importante estar consciente de que siempre pueden surgir imprevistos, pero el MIT garantiza que podamos reorganizar los tasks sin bloquearnos en el proceso.
¿Cómo introducirlo a mi rutina?
Según Chelsea Pottenger, autora del libro «The Mindful High Performer» y fundadora del portal web de bienestar EQ Minds, la mejor manera de introducir la práctica es organizar tus deberes de forma semanal; has un repaso mental de lo que debes hacer durante la semana y escríbelo en orden de importancia. Además, Pottenger también recomienda que para que el método sea efectivo no debemos asignarnos más de tres tareas grandes al día, así evitamos sobrecargar el cerebro de información.
El Método MIT es algo que debemos practicar con constancia hasta que se vuelva parte de nuestra rutina. Empieza por cosas simples, como escribir tus tareas en una agenda, y ejecútalas en las primeras horas del día, así verás como tu lista de pendientes se reduce progresivamente.
