Un recorrido por la carrera de Any Ferreiras

Any Ferreiras es una destacada actriz dominicana, conocida por su emblemático papel principal en la película «Andrea», considerado como el primer largometraje de terror dominicano y que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo recordado como referente en la industria cinematográfica local. Actualmente, reside en Los Ángeles y ha continuando formándose en la actuación, logrando demostrar su talento con múltiples personajes de diferentes matices, como es el caso de «Grace», su interpretación mas reciente en la película «La Cigüeña».

Acompáñame a desglosar su trayectoria a través de nuestra conversación, donde puede conocer al detalle las piezas que conforman a Any Ferreiras.

¿Cómo tú descubriste tu pasión por la actuación?

Yo desde chiquita siempre fui muy despierta y muy extrovertida. Era esta niña que cuando había un cumpleaños era la primera que me paraba a concursar, y por alguna razón u otra, siempre terminaba resaltando. Incluso, en el colegio solía ser la líder cuando hacían presentaciones y actividades. Me llamaba mucho la atención el baile, y cuando íbamos a hoteles, sorprendía a la familia subiéndome a la tarima a participar sin que ellos supieran. También, si había un concurso de modelaje, ahí estaba yo con la más “fresca”. En pocas palabras, no tenía miedo escénico.

La llegada del papel estrella: Andrea

Si te das cuenta, en ningún momento hice referencia a la actuación en mi niñez, aunque sí son cosas relacionadas con el arte y, obvio, cuando somos niños jugamos a que somos “mamá y papá”, o sea que, ya desde pequeños estamos actuando, sin embargo, yo aún no había sentido ese llamado por la actuación.

Tiempo después, un día mi hermano me dijo “Any, ve a hacer este casting para una película que van a hacer en Moca”, y yo no sabía de qué trataba, ni cómo lo iban a hacer, ni que iba para el cine, nada. Además, no tenía educación previa en actuación, nunca me había presentado en una obra de teatro, ni en el colegio,  pues siempre me había inclinado por el baile, fue mi primera experiencia actoral en todo el sentido. Yo lo vi como una oportunidad de hacer algo diferente y chulo, vivir una aventura totalmente nueva.

Este proyecto para mí fue como jugar porque, en ese entonces, no tenía el peso de  “vamos a hacer la primera película de terror dominicana”,  que va a salir en el cine, va a durar ocho meses en cartelera y que marcará la infancia de la población dominicana.

Al concluir el proyecto, ¿cómo fue para ti manejar el recibimiento de la película siendo tan joven? Además, en una industria que no estaba desarrollada en ese momento.

Sigue siendo muy curioso, porque todavía hoy en día, para mí es raro que la gente aún se sienta identificada conmigo, me recuerdan con tanto cariño y me hablan de mi personaje. ¿Cómo es posible que un personaje marcara tanto a una sociedad? Recuerdo cuando se presentó la película, se hicieron tres premieres: en Puerto Plata, Santiago y la capital. La primera se hizo en Puerto Plata. La película termina y voy un momento al baño, cuando salgo, hay una fila de gente esperándome, queriendo fotos y autógrafos.

Yo digo que quizás si yo me hubiera puesto en la cabeza “oh, yo quiero ser famosa, quiero actuar, quiero esto”, pero no había pensado nada de eso. Entonces, para mí todo esto me bajó de pura sorpresa. Sin embargo, cuando me encuentro con gente que me admira y me dicen cosas bonitas, se siente muy lindo, porque como artista quieres transmitir emociones, quieres conectar con un público y que tu trabajo traspase las pantallas.

¿Qué significó “Andrea” para tu carrera?

Andrea cambió mi vida, no solo por toda la atención que atrajo, sino también porque me hizo darme cuenta de cuál era mi verdadera pasión, de lo lindo que fue trabajar en el set, lo que fue darle vida a un personaje y que quedara inmortalizado para la historia.

Distintos caminos, un mismo destino

Luego de “Andrea”, surgieron varios proyectos que, por alguna razón, no se dieron. Por tanto, decidí terminar el bachillerato y me dije “déjame hacer una carrera y dejar esto como un hobby. Si llega algo, lo aprovecho” pero, para tener una base sólida, estudié Administración de Empresas. Empecé a trabajar con mi familia y laboré con ellos durante 9 años, además, hice una maestría en España.

Pasó el tiempo, y lo aproveché desarrollando otras habilidades. Sin embargo, siempre estuvo dentro de mi ese “y si…”, “y qué hubiera pasado si…”, y no quería quedarme con preguntas incompletas. A partir de ese momento, decidí dar el paso a dedicarme completamente a lo que quería, empezando por estudiar actuación luego de volver de la maestría en Barcelona.

¿Cuáles fueron tus pasos de vuelta a la actuación?

Empecé suave; Me inscribí en actuación con mi amigo Johanny Sosa, en la Academia Solez de Santiago y, después, hice otro taller en Santo Domingo con Katherine Montes. Ya estando en SD, me llegó mi segunda película “Botija”, la cual me despertó emociones tan excitantes, de una manera que me hizo sentir mariposas en el estómago, sensaciones tan maravillosas que no existen palabras para describirlo. A pesar de todo lo que implica estar en un set, que debes entregar todo de ti física y mentalmente.

 “Botija” fue el motor que me impulsó a decir “quiero más de esto, me quiero capacitar y quiero dedicarme quiero dedicarme, así como lo hice con el área de negocios”.

Como no te dedicaste por completo a la actuación durante un periodo de tiempo, ¿qué diferencias notaste en cuanto al desarrollo de la industria local y a tu evolución personal?

Una diferencia del cielo a la tierra. Cuando hicimos “Andrea”, éramos un crew súper pequeño, conformado por el director, el productor y el Director de Fotografía. El resto eran personas sin formación en el área que ayudaban haciendo de todo un poco en el set. Además, durante el rodaje no teníamos tantas comodidades, no estábamos en estudios y, por tanto, todo tomaba más tiempo en grabarse.

Por el contrario, cuando se hizo “Botija”, grabamos en un estudio durante un mes, con un crew de más de 50 profesionales, con encargados para cada departamento. En cuanto a lo personal, siendo adulta, y habiendo tenido la primera experiencia con “Andrea”, pude darme el espacio de disfrutar más este segundo proyecto y conectar con hacer lo que amo.

Una pasión que traspasa fronteras

Después de “Botija”, me dio dengue por cuarta vez, y estuve en intensivo por más de 15 días sin garantías de los doctores, con un cuadro clínico súper irregular. Tras atravesar por una situación tan delicada de salud, me motivé a irme a Los Ángeles a estudiar actuación por un año, buscando vivir la experiencia “de verdad”, conectando con gente que persiguiera mi misma pasión y los mismos sueños.

Cuando me establecí en LA, me tocó vivir la pandemia y presenciar la caída de la industria. Luego de un tiempo, el cine empezó a abrirse paulatinamente y comencé a dar pasos de bebé; procedí a buscar agencias, a gestionar mánager y a hacer audiciones. De esta manera, he logrado conseguir diferentes oportunidades, tanto en cortos, como películas y comerciales.

Sobre su proyecto más reciente: La Cigüeña

La Cigüeña llegó a los cines este jueves 11 de julio, con una propuesta fresca que promete tenernos al borde de las emociones. Dirigida por Alejandro Andújar, con las actuaciones estelares de Andrea Doimeadiós, Sarah Jorge León, Héctor Aníbal y Any Ferreiras. Desde una mirada sombría, la película plantea un viaje cinematográfico alrededor de la fertilidad y la maternidad, develando un camino de secretos que bordearán los límites de la locura.

¿Cómo se dio volver a un proyecto aquí en la República Dominicana?

Fascinante, sobre todo un proyecto de este calibre. Desde hace tiempo soñaba trabajar con Alejandro Andújar, pues es uno de los directores que más admiro, y tiene películas increíbles como “El hombre que cuida” y “El Blanco”. Para mí, Andújar es un artista súper talentoso y, gracias al llamado de Vanilla Casting, pude trabajar de la mano de él.

Su proceso para meterse en la piel de Grace

Grace es el personaje que interpreto en La Cigüeña, y para desarrollarla tuve que hacer una investigación profunda, porque ella pasa por experiencias que yo nunca he tenido. La técnica que mejor me funciona es la memoria emotiva, por lo que busco conectar con situaciones personales parecidas, como la muerte de mi papá, para evocar la emoción en el personaje.

Es un proceso un poco delicado, porque te mantienes durante un mes trabajando con emociones fuertes que estas sintiendo, y recurres a cosas que te pasaron para poder darle vida a tu interpretación. 

¿Qué podemos esperar de “La Cigüeña”?

Es un proyecto que te mantiene cautivo, un thriller psicológico que trata mucho la maternidad y cómo personajes va buscando y hacen lo imposible para darle sentido a su vida. Es una película bien loca, pero también es una historia que pone a flor de piel los sentimientos. Creo que la gente lo va a disfrutar mucho porque es un cine muy diferente.

Bajo la producción de Lántica, fueron muchos los factores que se unieron para agregarle más valor al proyecto, sobre todo, el trabajo tan profesional de los compañeros con los que tuve la oportunidad de compartir pantalla.

¿Tienes alguna otra faceta en el mundo del arte?

Tuve la oportunidad de producir dos cortometrajes junto a mis compañeros, uno se llama “Visa Issues”, que gracias a él obtuve el premio a Mejor Actriz en el Berlin Film Festival, y el otro “Purgatorio de las Cabras”. Puedo decir que estar allá en Los Ángeles y tener el background de negocio, me ha despertado querer indagar el mundo detrás de cámaras. Ahora no solo sueño con ser actriz, sino también con concebir el proyecto y darle vida.

Producir es un trabajo preciosísimo, que lo comparo con quedar embarazada y dar a luz; es como un bebe que hay que darle alimento para que crezca y se vaya desarrollando, hasta que alcanza la madurez.

¿Cuál es el próximo paso en tu carrera profesional?

Ahora mismo hay dos proyectos de los cuales leí guiones, pero prefiero esperar a que se concretice antes de compartir.

Finalmente, ¿algún consejo para quienes quieran introducirse en el mundo de la actuación?

Aprovechen las redes sociales, sigan a todos los directores de casting, a la gente que está haciendo talleres de actuación, a los actores que están trabajando, porque hay una comunidad que publica información constantemente. Además, tienen que relacionarse; vayan actividades de cine, premieres, festivales y congresos, porque mientras más asistes, más conocimiento adquieres.

También, siempre prepararse; estudien y averigüen cómo un actor puede presentarse de manera profesional, si necesita headshots o un demo reel. Asimismo, apliquen a los castings, vayan a exponerse. Hay que tener presente que, mientras más te dejes ver y ganes mayor conocimiento, estas a un paso más cerca de encontrar tu oportunidad.