Leyendo Ahora
Mi pareja me dejó por el cáncer de mama, ¿ahora qué?

Mi pareja me dejó por el cáncer de mama, ¿ahora qué?

Redacción Pandora

Escrito por: Carlina De Los Santos, Psicoanalista y Psicóloga Clínica.

El diagnóstico de cáncer de mama puede provocar múltiples pérdidas en la vida de una persona, y una de las más significativas es la relación de pareja. Estas pérdidas pueden ser tanto tangibles y evidentes, como aquellas menos perceptibles que, sin embargo, tienen un impacto profundo y desolador.

A menudo, el vínculo de pareja se ve afectado por las implicaciones del diagnóstico; en algunos casos, la relación no logra sostenerse ante la carga emocional y física de la enfermedad. En otros, la relación ya estaba deteriorada, y el cáncer de mama actúa como un catalizador que lleva a la separación. Comprender estas dinámicas es fundamental para abordar el impacto integral de la enfermedad.

En cualquier caso, la pregunta por, “¿ahora qué?” cuando se enfrenta una condición así es transversal en toda la vida de la persona, no solo en el área romántico-afectiva.

Cáncer de mama
Foto de cottonbro studio

El cáncer de mama y la intimidad de pareja

Los cambios físicos en el cuerpo, los malestares producto de los efectos secundarios del tratamiento y las subsecuentes alteraciones en las rutinas diarias a lo mejor sean más notorios por el entorno. Resaltan a su vez náuseas y vómitos, sudoraciones, fatiga y neuropatías que tienen un impacto directo en el estilo de vida. Incluso, otros como la pérdida del cabello, variaciones en el aspecto y sensibilidad de los senos o cambios en las uñas y piel pudieran perturbar la idea de feminidad interpretada por la persona. Esto se podría presentar como la pregunta por quién se es sin esas características físicas, una sensación de incompletud o una dificultad al momento de intimar sexualmente.

Un diagnóstico como el de cáncer de mama afecta la vida misma como se conocía y vivía hasta su llegada. Una enfermedad de esa magnitud indiscutiblemente representa un encuentro con lo mortífero y, por tanto, acarrea profundas movilizaciones psíquicas. Ya se han mencionado aspectos físicos, pero es importante destacar una dimensión más íntima que cada quien vive de manera particular; El cáncer de mama trastoca la propia imagen y concepción del cuerpo con la que la persona se identificaba.

El cuerpo que se ve al espejo resulta extraño, no se ve ni responde de la misma manera. Es posible que esto se vea exacerbado cuando el curso de la enfermedad conlleva procedimientos quirúrgicos que modifican la apariencia de los senos o limita el rango de movimiento de los brazos.

Cáncer de mama
Michelle Leman

El ideal de vida

En esa misma línea, la pérdida del ideal de vida que se tenía antes del diagnóstico puede requerir un trabajo de duelo en el que se pueda integrar el hecho de que ya no se tendrá una vida en que, aún en remisión, la posibilidad de retorno del cáncer no esté al acecho. De ahí que un padecimiento como el cáncer de mama puede significar un punto de inflexión que confronte con un sinnúmero de cuestionamientos, rodeados de profunda incertidumbre, miedo, tristeza, angustia, ira y desesperanza, por nombrar algunos.

Ante el nuevo panorama, cabría preguntarse por cómo hacer con esta nueva realidad, cuáles metas o ideales cobran más sentido o lo pierden, qué prioridades cambian y de qué manera se va a vivir. No es tarea fácil y tampoco es un trabajo que se tenga que asumir en soledad, poder plantearse el ir a consulta con un psicólogo o psicoanalista resulta invaluable para expresar y hacerle espacio a esas interrogantes.

No existe una guía universal

Por más que los libros de autoayuda, los grupos de apoyo, los podcasts de sobrevivientes, las redes sociales, los guías espirituales, la red de apoyo o la religión quieran apuntar a lo contrario, lo cierto es que no hay un curso de acción correcto y universal.

Ver También

No existe una guía o un manual estandarizado sobre el qué hacer que aplique para una experiencia que viven millones de personas, pero que cada una atraviesa de manera singular y única. No hay que desdeñar el hecho de que son recursos que pueden ser valiosos y tener efectos positivos, sin embargo, no apuntan a que cada quien pueda acoger lo más íntimo de sus vicisitudes, sin apresurarse a ser comprendido, consolado o eliminar la queja y el dolor.

Foto de MART PRODUCTION

La importancia de la consulta psicológica

Por ello, es un trabajo que a cada paciente le toca asumir el poder encontrar los recursos que hagan su experiencia más llevadera. Lo que fue soporte durante la enfermedad de otra persona no necesariamente aplica para la propia. Ante la pregunta, “¿ahora qué?” cuando hay un diagnóstico de cáncer de mama, es imprescindible que esta sea escuchada en espacios que puedan sostenerla y acompañar sin juicios y desde una escucha plena.

La consulta constituye ese lugar en que la persona puede expresarse sin pensar en preocupar, atemorizar, sobrecargar, entristecer o molestar al otro. Por lo tanto, es fundamental el poder permitirse visitar un profesional de la salud mental para asistir en el proceso de enfrentar el cáncer de mama y lo que este trae consigo. Aunque el tratamiento médico sea la prioridad, ir a consulta psicológica es parte del cuidado, es una manera de afrontar el diagnóstico y mejorar la calidad de vida.

En este Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama, se debe hacer conciencia también de la necesidad de espacios que ayuden a navegar los altibajos de una enfermedad tan avasalladora. Sea el duelo por una pareja, las expectativas o ideales de vida, la sensación de despojo del propio cuerpo o aquellas cosas que todavía no se pueden nombrar, poder poner estas cuestiones en palabras es vital.

© 2023 Pandora Todos los derechos reservados.
Términos y Condiciones - Políticas de Privacidad