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Manifestación: ¿Realmente funciona?

Manifestación: ¿Realmente funciona?

Maribel De Los Santos
manifestación

La idea de que nuestros procesos mentales son capaces de incidir en nuestra realidad. Así como lo lees. La idea del poder de la mente más allá del cuerpo ha sido rescatada por las nuevas generaciones con miras a la autorrealización. Esto se conoce hoy en día como manifestación.

¿Realmente es posible obtener lo que quieres con la manifestación?

Con los años, la ciencia médica ha reconocido el impacto de los procesos mentales en la salud del cuerpo. Esto se reconoce como somatización. Prácticamente no existe discusión alguna en cuanto a la legitimidad de este fenómeno. Y además, se trata de un término bastante utilizado hoy día, incluso por la población en general. Entonces se puede afirmar que, ciertamente, los pensamientos, las emociones y el estado anímico tienen influencia directa en el bienestar o en el malestar físico de las personas.

Pero, ¿hasta qué punto esto es posible? ¿Tiene también la mente humana la capacidad de influir en el mundo exterior? ¿Es posible para el ser humano incidir en sus circunstancias personales a través de los procesos de la mente o de la consciencia? Al parecer esto es lo que han propuesto decenas de corrientes espirituales del Oriente durante cientos de años, e inevitablemente, con el pasar del tiempo, conquistó a la cultura occidental.

Los comienzos y el auge de la manifestación

En 1906, el autor William Walker Atkinson publicaba un breve libro al que llamó “Thought Vibration or the Law of Attraction in the Thought World” (La vibración del pensamiento o la ley de atracción en el mundo del pensamiento). Walker Atkinson era un abogado y publicista estadounidense que había sido influenciado por una nueva corriente filosófica o religiosa denominada Nuevo Pensamiento. El Nuevo Pensamiento combinaba creencias de varios países orientales para plantear, precisamente, la capacidad de la conciencia humana para moldear la realidad exterior a ella.

Más recientemente, en 2006, en el auge de la era de Internet, los títulos de La Ley de la Atracción y El Secreto, que rescataban las ideas del Nuevo Pensamiento, llegaron a las estanterías de las librerías estadounidenses y se esparcieron rápidamente de este lado del mundo. La base de estas ideas hoy día se reconoce con el nombre de “manifestación”.

¿Qué es la manifestación?

Manifestar es crear circunstancias, oportunidades y eventos a voluntad, mediante el proceso consciente de imaginar cómo se verían y cómo se sentirían si estuvieran ocurriendo en el momento presente. De acuerdo con algunos de los textos que profesan el fenómeno como algo real, si alguna de estas cosas no se cumpliera de la manera en la que imaginábamos, ha sido porque no hemos sido lo suficientemente eficaces en neutralizar por completo el pensamiento negativo. Es así que cualquier resultado, positivo o negativo, es de nuestra entera responsabilidad.

Muchas veces, la manifestación puede entenderse como un sinónimo de aquellos procesos mentales previos a la constancia, incluso si citamos el libro de Walker Atkinson: Sé que el Yo puedo y el Yo lo haré, lo llevará a uno hacia el éxito que parecerá milagroso para aquel hombre que vive bajo el mandato de Yo no puedo”. Sin embargo, más adelante en su mismo libro, el autor se refiere a los pensamientos como un ente propio: “Yo creo que los pensamientos son cosas y que la ley de atracción en el mundo del pensamiento atraerá hacia uno exactamente lo que desea o teme”.

¿Qué tiene que ver esto con nuestra realidad actual?

¿Es entonces la manifestación mental pura constancia? ¿Son los pensamientos energía misma como todo lo que existe en el cosmos? ¿La mente humana es la verdadera creadora de todas las cosas que percibimos? “Todo lo que ves en este planeta, primero encontró expresión en nuestra mente y luego se manifestó en el exterior”, expresó Sadhguru, uno de los conferencistas espirituales más famosos del mundo, durante un evento documentado en video.

Marco Ratti/Gurujodha, director de la escuela RAMA (rama escuela) de México, que enseña un modelo de salud mental integral mente/cuerpo (valiéndose de la combinación entre la Psicoterapia, la Neurociencia y la Meditación) aclara que el término “manifestación” tiene varias interpretaciones de acuerdo al contexto en el que se use: “desde una perspectiva cuántica y científica hasta una religiosa o mágica”.

La realidad es lo que es

En la opinión de Gurujodha todas las enseñanzas espirituales intentan proveer herramientas para que la percepción de uno sea lo más transparente y menos cargada posible, ya que esto reduce el sufrimiento. “Podemos intervenir en la realidad; lo hacemos todo el tiempo… Nuestro poder de intervención se basa más en la capacidad de manipular nuestra percepción, que en la realidad en sí… Modificar nuestra percepción es un poder ilimitado, como lo muestran las ideologías extremas. Pero realmente, la realidad es lo que es, solo que, al cambiar nuestra percepción de ella, cambia nuestra relación y actitud y acciones hacia ella y así nuestra experiencia de ella”.

Desde ese punto de vista, la manifestación parece ser la consecuencia natural de un proceso reconocido por todos. Dicho proceso inicia en nuestra mente y es capaz de modificar pensamientos y la percepción de las cosas para visualizar escenarios futuros. Este cambio de percepción nos dará la energía o la fuerza para establecer un patrón de constancia. Esto, en muchos casos, permitirá que aquello que hemos soñado se materialice o se manifieste.

Las visualizaciones, a veces se suelen mirar efímeramente: las logramos ver pero no las creemos. En el fondo, con nuestro accionar, omitimos nuestras propias intenciones.

“Para que un pensamiento visualizado se instale, necesita creerse, sentirse y rendirse a la voluntad divina. Confiar”

Dominic Fuentes

Manifestación para el día a día

Para muchos, el término “manifestación” tiene fines más prácticos y cotidianos. La dominicana experta en Finanzas Personales, Sarah Despradel (@sarahdespradelm), lo define de esta manera: “es ponerle forma a nuestros sueños; concientizarnos de lo que realmente queremos”. Como ella, muchos capacitadores personales enseñan a sus alumnos o clientes que la clave está en saber utilizar recursos, tales como el decreto, la programación neurolingüística y el enfoque.

En una sociedad con la capacidad de satisfacer las necesidades elementales de supervivencia, la autorrealización es la aspiración última de las personas, y por ello, el trabajo de estos entrenadores personales está en gran demanda. A este bienestar último, Sarah prefiere llamarlo simplemente “Abundancia”. Un estado que “surge del agradecimiento y de la actitud positiva, directamente hacia eso, hacia una vida plena”. Y agrega: “Creo en la Ley de la Atracción… he podido salir del pozo. He pasado de haberlo perdido todo a llevar una vida donde el dinero no me limita. Y puedo apoyar mis sueños: desde tener el hogar y conducir el automóvil que siempre quise, hasta cultivar las relaciones que realmente suman a mi vida”, concluye.

¿Es el pensamiento energía?

Otra manera de definir la manifestación es a través de teorías científicas o pseudocientíficas. Establecer una distinción entre estas características es complicado para la mayoría de las personas. El lenguaje científico-físico es inaccesible para un porcentaje alto de la población porque trabaja con conceptos muy especializados.

Muchas veces nos encontramos con libros y documentales que tratan de explicar fenómenos complejos a través de métodos científicos, pero esto puede ser engañoso. Hace falta el consenso de la comunidad científica para que estemos seguros de que una teoría como la que explicaría el fenómeno de la manifestación es en efecto, legítima. Para obtener ese consenso hace falta mucho tiempo y es precisa la colaboración de parte de muchos sectores con intereses particulares.

En Internet, vemos personas que gustan de citar las ideas del inventor Nikola Tesla con respecto al funcionamiento del universo: “Si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración”. Estas personas eligen creer que nuestros pensamientos son en efecto, energía, y que potencialmente tienen la capacidad de crear realidades, que podemos ser creadores a voluntad.

¿Significa esto que nuestra mente es capaz de intervenir en la realidad?

El neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg, autor de La teoría sintergica (1991) y El cerebro consciente (1979), trató de explicar las capacidades de la consciencia sobre la percepción de la realidad. En los años 90, durante una entrevista que le fue realizada en el programa de TV español ‘El sol de medianoche’, Grinberg explica que la percepción de la realidad es una interpretación de la mente humana. “En el espacio lo que existe es una serie de ondas electromagnéticas, cambios fotónicos”, explicó.

Gurudojha opina que “el concepto manifestar es un poco redundante, ya que vivir es manifestar (lo hacemos todo el tiempo). Darle tanto valor y espacio en nuestras conversaciones, puede alejarnos de lo que realmente es, y hacer que se vuelva otro concepto con el cual nos entretenemos y distraemos. Además, es una ayuda para comprender y experimentar que siempre manifiesto. ¡Incluso cuando me resisto a manifestar estoy manifestando algo!”.

Como no sabían que era imposible…

Ante un escenario confuso y de secretismo como el descrito anteriormente, la única manera inmediata de sacar conclusiones acerca del poder de nuestra mente parecería ser experimentando con nuestros propios medios o recursos, aunque muchas veces la mente puede ser engañosa. En la cultura popular estadounidense se habla de una mujer que tal vez lo logró. Se llamaba Helene Hadsell y se ganó el apodo de “la reina de los concursos”, debido a que prácticamente ganaba en todos los que participaba.

Ella había trabajado muy de cerca con José Silva, un trabajador común quien se interesó por los temas psicológicos porque quería saber si era posible aumentar el coeficiente intelectual de sus hijos. En su propia experimentación, aseguró haber creado un método que aumentaba las capacidades de clarividencia de las personas. Actualmente, este método, el Método Silva, está siendo utilizado por escuelas y organizaciones que promueven el poder del fenómeno de la manifestación, como por ejemplo, Mindvalley.

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Testimonios de personas que conectaron con su yo interior

Otra persona que dice haber logrado lo imposible es Joe Dispenza, autor de El placebo eres tú. Dispenza es un médico quiropráctico estadounidense, que afirma haberse curado de una lesión de columna por sí mismo. La historia de Dispenza es la siguiente: durante una competencia de triatlón en California, un vehículo lo embistió y afectó su columna vertebral. El protocolo médico era una cirugía que lo ponía en riesgo de perder la capacidad de caminar.

Pero Joe decidió que, en vez de eso, se conectaría con aquella “inteligencia interior” llamada consciencia para darle unas instrucciones de cómo reconstruir su columna desde “dentro”, y según su testimonio, lo logró. Tras haber vencido una etapa en la que su mente recorría toda clase de escenarios negativos en cuanto a su futuro.

Otro ejemplo notable para aquellos defensores del concepto del poder mental ilimitado, son algunos archivos que el año pasado la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) desclasificó. Los documentos datan de las décadas 70-80 y constatan el interés de la agencia por investigar unos métodos de expansión de la consciencia que se estaban realizando en en ese momento. Dichos experimentos concluyeron que la mente humana es potencialmente capaz de tener acceso a información que se encuentra en lugares físicos remotos e incluso, en cualquier fecha o época histórica, a través de diversos métodos de alteración de la consciencia. “Como no sabían que era imposible, lo hicieron”, reza una cita popular.

No es lo mismo

Los profesionales de la salud mental hablan de pensamiento mágico en el contexto del trastorno obsesivo compulsivo para hablar de personas que esperan que ciertos eventos ocurran a partir de acciones que ellas mismas recrean, acciones que no tienen relación directa con estos eventos. Por ejemplo, “si me trueno los dedos cinco veces, va a pasar el camión de la basura”. El “pensamiento mágico”, en términos médicos, no debe tomarse como sinónimo de manifestación.

Creando herramientas para la manifestación

El mercado brinda muchas opciones de conocimientos y herramientas para modificar las creencias y anhelos deseados, en cambio, no se suele enseñar cómo desinstalar ni sanar esas heridas, creencias, traumas y memorias que fijan en los pensamientos. Muchos de ellos se vuelven los caramelos que endulzan nuestros sufrimientos, pero no la medicina para sanarnos.

Para lo anterior, hay varios pasos importantes a llevar a la práctica que la psicóloga holística y acompañante espiritual, Dominic Fuentes, nos enumera:

  • Conócete. Quién eres, cuáles son las virtudes más desarrolladas en ti y cuáles no; cuáles son tus creencias básicas negativas: no soy merecedor, no soy capaz, no puedo, es difícil para mí, no soy amado, no tengo lo suficiente.
  • Estilo de vida. ¿Mi ritmo ayuda o no a llevar la vida sin prisa? ¿En qué creo? Esas preguntas ayudan a entender cuáles son mis limitantes.
  • Tiempo, paciencia y disposición para hacer lo necesario en ti.
  • Una filosofía de vida que brinde las herramientas para hacer esos cambios necesarios.
  • Acompañamiento espiritual. Es básico tener quién o dónde asistir para ser acompañados en el camino, ya que el ego hará lo posible para distraer.
  • Mucho amor, para que logres disfrutar.

¿Por qué dejamos a medio camino lo que visualizamos?

“Solemos dejar a mitad de camino las visualizaciones porque no hemos incorporado en todas las partes que nos componen la intención deseada. Nos quedamos solo en el plano mental, en el deseo. Olvidamos que somos alma, espíritu, cuerpo, conciencia… cada parte de nosotras es un todo integrado, no hay división”, nos dice Dominic Fuentes, psicóloga holística y acompañante espiritual.

Fuentes además explica que existen creencias saboteadoras que no permiten que se instale la nueva intención. Así, al quedarse en la parte mental, el ego las elimina rápidamente. “El ego trabaja en el pasado y el futuro mental, por eso, al vivir con la mente en lo que debimos hacer y lo que vamos a hacer, terminamos diluyéndonos”, explica.

Por ejemplo, deseamos una pareja sana, una compañía en la vida, sin embargo, se puede tener la creencia de “no soy merecedora de ser amada”, y eso hace que las relaciones no perduren.

De acuerdo con la experiencia de la psicóloga holística, los humanos hemos instalado un pensamiento de inmediatez, queremos todo rápido y sin mucho esfuerzo. “Los pensamientos proactivos necesitan tiempo para que la mente, el cuerpo y el alma los codifiquen, se instalen y formen parte de nuestra vida. Así como instalaste una forma de pensar negativa, así mismo necesitas tiempo para reprogramarte”, enfatiza.

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