¿Cómo preparar un fondo de emergencias?
Un fondo de emergencia, como bien lo dice su nombre, es un dinero que ahorras con el único propósito de que te sirva como sustento en caso de que llegue un suceso inesperado a tu vida que demande una respuesta económica de tu parte. Pero, ¿Cómo se prepara un fondo de emergencias?
¿Cómo puedo crear un fondo de emergencia?
Algo muy importante que debes hacer es definir qué es una emergencia para ti. Esto es muy personal, ya que dependerá de tu contexto particular. Toma en cuenta que cualquier cosa que puedas presupuestar no pasa por emergencia, este dinero no es para utilizarlo en promociones, regalos de cumpleaños, aniversarios, ni cualquier otra cosa que sepas qué va a suceder.
Es muy importante que desarrolles autodominio financiero para saber decirle que no a ese deseo de gastar una vez te encuentres con un monto significativo ahorrado.
¿Quiénes necesitan un fondo de emergencia?
Todos, sin excepción, deberíamos tener un fondo de emergencia (nadie está libre de que pase algo inesperado). Sin embargo, la conformación del mismo dependerá de cuál sea tu panorama financiero.
No importa cuántos sean tus ingresos ni a qué te dediques, necesitas un fondo de emergencia.
Dos planes de acción para preparar un fondo de emergencias:
Para personas con deudas
Como punto de partida te tocará acumular rápidamente USD$1,000. Sí, entre tantas deudas, detente a ahorrar, porque las emergencias llegan sin preguntar. Se ha comprobado que si estás asegurado, cualquier emergencia no muy grande puede ser atacada con este monto. Una vez que lo hayas completado, mi recomendación es que te dispongas a saldar tus deudas.
Para personas libres de deudas
Lo ideal es que tu fondo represente lo que te cuesta vivir de 3 a 6 meses, y lo mejor de este punto es que para saber un aproximado de cuánto te cuesta vivir deberás hacer una tarea importante: hacer un presupuesto. Esto te ayudará a identificar cuál es la cantidad de dinero que necesitas acumular.
Nota final:
Es muy importante que mantengas este capital, no debajo del colchón, sino en una cuenta exclusiva para emergencias.
