El efecto ‘Saltburn’ y porqué no puedes escapar de el, te guste o no
El arquetipo del retorcido personaje principal con un ‘as bajo la manga’ durante toda la trama tiene una forma particular de atraer y a la vez repugnar al espectador, haciendo que simultáneamente quieras verlo ganar y perder. Con películas como Saltburn, creo firmemente que estamos siendo testigos del ascenso cinematográfico del anti-héroe.
¿Quién no quiere bailar desnudo victoriosamente dentro de un castillo medieval?
El efecto ‘Saltburn’ en el storytelling moderno
Admítanlo, todos nos vimos atrapados por la docena de historias en Instagram publicando la secuencia de apertura y quisimos entrar al juego. Así como cuando te dejas llevar por la estética de algo y de repente te encuentras cayendo al vacío por lo que parece demasiado tiempo. Irónicamente, algo así pasa en la película. Pero está bien, empecemos desde el principio.
La trama de la película recae en nuestro protagonista, Oliver (Barry Keoghan) quien va a la universidad elitista de Oxford junto a Félix (Jacob Elordi). Es obvio que Oliver tiene cierta afinidad por Félix que entra en el espectro de lo no-plátonico, así como Nick Carraway ama a Gatsby. También, vemos como su admiración se convierte en idealización, especialmente porque Félix posee características que nuestro personaje principal aparentemente no tiene: popularidad, carisma y poder.
¿Qué la hace tan adictiva?
Empieza a desarrollarse una relación estrecha entre los dos. Incluso, después de su primer año en la universidad y seis meses conociéndose, Félix le ofrece a Oliver mudarse en su casa en ‘Saltburn’ indefinidamente. En pocas palabras, Oliver se vuelve el ‘elegido’ y a la vez ‘el protegido’ en su nueva amistad (y obsesión).
Como bien dice Lionel Luthor en la serie Smallville “Los ricos nunca están locos, son excéntricos”. Saltburn toma decisiones cinematográficas que recalcan la absurda y superficial vida de una familia millonaria, y como personas como Oliver interactúan con ellos desde la envidia, desesperación y a la vez, desde la admiración. A fin de cuentas, aunque formes parte de un círculo de personas poderosas, no importa cuanto trates, siempre terminarás siendo el espectador.
En un ambiente glamuroso y maximalista, es díficil creer que la intención de una fotografía tan enigmática no fue distraerte de lo que realmente está pasando, o mejor dicho, pasando por la mente de nuestro protagonista.
Eso y el icónico soundtrack. Canciones que apelan a la nostalgia y revolución adolescente como ‘Time to Pretend’ de MGMT y ‘Mr. Brightside’ de The Killers forman parte de la banda sonora, como también canciones como ‘Murder on the Dancefloor’ que se ha vuelto viral recientemente en redes sociales. El tono irreverente y excesivo de Saltburn es exactamente lo que te atrapa y te mantiene pegado a la pantalla aún cuando quieras dejar de mirar varias veces.
Es por esa misma razón que consumimos programas de televisión como Keeping Up with the Kardashians y ‘The Real Housewives of Beverly Hills’, lo odiamos pero lo amamos. Y como alguna vez dijo «El Gladiador»:
¿Acaso no estás entretenido?
Saltburn está disponible ahora mismo en Prime Video.
