Beige flags: ¿Qué son? ¿Cómo identificarlas?
En el mundo de las banderas rojas y verdes, existe una nueva área gris: El beige blag. La mejor forma de explicarlo es la siguiente: no es bi bueno, ni malo, es simplemente un «hm, okay». No es algo que amerite romper o consideres que le sume 100 puntos a la relación, sino una cuestión que consideres lo suficientemente particular como para mencionarla.
Beige flags: El punto medio entre señal de alerta y semáforo verde
Por ejemplo, les cuento un beige blag que viví en la oficina. Mientras encontraba inspiración para escribir este artículo, me pusé a pensar en las diferentes maneras en que una persona prepara cereal y leche. Para mí, existían dos formas: cereal primero, leche después (la mejor según yo) o leche primero, cereal después. Mientras lo discutíamos en nuestra área de trabajo, Iván, nuestro diseñador dice: «Pues yo lo hago sirviéndome medio vaso de leche y medio de cereal. Luego voy vertiendo la leche en el vaso del cereal y comiendo». Casi sufro un aneurisma. Y después de pensarlo por dos segundos, me di cuenta que no era necesariamente malo ni bueno (además de que tenía su lógica, porque no le gusta que el cereal se ponga blando) así que lo catalogué como un beige flag.
¿De dónde surge este término?
Pues, como la mayoría de las tendencias, se popularizó en Tiktok. Los usuarios de la plataforma, principalmente mujeres, exponen las beige flags de sus parejas en tono jocoso.
Desde flags como reírse de sus propias bromas siempre:
Hasta usar en temporizador en vez de una alarma para despertarse como dice este otro Tiktok: «El beige flag de mi novio es que usa los timers en vez de alarmas. ¿Es medianoche y tiene que levantarse a las 6? Él pondrá un timer de seis horas.»
¿Cómo identifico un beige flag?
En pocas palabras, este tipo de flag no es nada más que un hábito que otra persona considere extraño o peculiaridades del comportamiento en general. ¿Es el fin del mundo si mi pareja tiene un beige flag? No. Es probable que tú tambien los tengas. El asunto es no tomarse muy en serio este asunto.
Al final y cabo, en una relación saludable, deben co-existir las cosas buenas, malas y las ni-buenas-ni-malas. Saber identificarlas es la clave.
