Leyendo Ahora
Planificar metas: ¿A qué debes darle prioridad?

Planificar metas: ¿A qué debes darle prioridad?

Maryorie Peña C
planificar metas

Planificar metas. A veces parecen una lista cambiente de tareas que luchan por el primer puesto. ¿Qué asumo como más importante? ¿Qué dejo para mañana? ¿y qué pongo en pausa hasta nuevo aviso?

Nos pasa que tenemos tantos objetivos en mente, que nos predisponemos a dominarlos todos al mismo tiempo. ¿Es esto viable a largo plazo? Realísticamente hablando, no. Hacer borrón y cuenta nueva en cada aspecto de tu vida es hacer malabares innecesarios y abrir el camino a la decepción y el conocido burnout. Esto pasa porque visualizamos la recta final de nuestras metas y planificamos en detalle cómo queremos que se vean, dando paso a que vivamos en un constante estado de insatisfacción si no comenzamos en ese mismo instante a ejecutarlas. Por eso, procedemos a ser envueltos por sentimientos de fracaso si no se adhieren a nuestra vida perfectamente después del primer intento.

Que no cunda el pánico: planificar metas y priorizarlas no es tan difícil

Los primeros dos pasos a tomar en cuenta son los siguientes:

1. Dejar la romantización a un lado

Claro, visualizar nos sirve (e incluso es una forma de manifestación, fyi) pero estancarmos en lo bonito que sería no nos sirve de nada. Incluso, puede convertirse en algo dañino si al pensar demasiado en cómo queremos que salgan las cosas, fabricamos expectativas imposibles de cumplir.

2. Priorizar

Este probablemente te tome un poco de tiempo, pero es el factor más útil y el que estaremos navegando a continuación.

¿Por qué es bueno priorizar las metas en tu vida?

Pues elemental, mis pequeños saltamontes. Imaginemos algo: tus metas son autos en diferentes carriles en una autopista. ¿Qué pasaría si todos, al mismo tiempo, deciden moverse al mismo carril? La fricción entre ellos ocasionará que varios opten –forzosamente– por quedarse de lado y se pierdan entre los demás. ¿Qué pasaría si, en vez de querer entrar al mismo carril todos juntos, lo hacen de manera gradual? Un auto, en este caso el más importante, entra primero. Luego, al ver que el primer auto tiene un rato andando y hay un espacio cómodo para otro más, el segundo toma la misma ruta y así sucesivamente. 

La segundo opción es la viable, pero ajá, lleguemos al punto:  ¿Cómo aplico esto a la vida real?
Pues bien, comencemos:

¿Cómo priorizo un objetivo de otro al planificar metas?

Nos aliamos de Suz Amaro (@suzamaro), influencer de súper productividad y felicidad (creadora de ViveSmart), para poner fin a nuestras dudas.

Primero que todo, la instrospección es un elemento importante en este caso. “Hay que entrar en un espíritu reflexivo de cuáles son esas cosas que verdaderamente tú quieres para tu vida. Ponerles una intención y valor a esas cosas en el presente, no solo desear algo en piloto automático”. Nos comenta la mentora de líderes. Es clave tener claro qué quieres lograr y por qué, siempre desde un lugar de amor.

Por ejemplo, si tu meta es bajar de peso, pero constantemente menosprecias el estado físico en el que te encuentras, no lograrás tu meta de forma adecuada. Y si lo haces, no estarás satisfecha porque continuarás el ciclo de odio con alguna otra parte de tu aspecto. “Las metas cobran valor cuando honras tus ambiciones. Por ejemplo, una ambición podría ser que quieres honrar tu templo (tu motivador), luego la meta sería bajar 15 libras en cierto periodo de tiempo”, agrega Suz. “Por último, es importante tener un sistema de apoyo, un plan de acción donde te puedes comprometer, una comunidad o alguien y un método de autoevaluación y súper enfoque en tu progreso (como Vivirsmart)”, confirma Amaro.

Atención, aviso importante

Recuerda, es importante ser ambiciosa pero a la vez aterrizada con tus metas. A la hora de priorizar, no puedes plantearte una meta que podrías completar en 10 años y ponerla en tu top of mind. Si no somos realistas, podemos crear una ola de urgencia en nuestro subsconciente que solo nos permita ver lo que nos falta por llegar en vez de nuestro progreso.

Por ejemplo: Si priorizas la meta de comprar una vivienda cuando actualmente no cuentas con la independencia financiera suficiente para cumplirlo en un futuro cercano, estarías añadiendo una presión fantasma que te perseguirá y sacará cuentas de qué tan cerca estás de lograrlo. Pregúntate: ¿Es realista plantearme esta meta ahora mismo? “Debes decidir tus metas en base a tu contexto y situación actual, mirar todos los ámbitos de tu vida tanto personal como laboral dentro de una misma ecuación y sobre todo, no compararte y celebrar las pequeñas victorias”.

Bien, absorbiendo toda esta información clave a la hora de priorizar. ¿Qué queda por hacer? Hacer de las listas tu mejor aliado. Clasifica tus metas por orden de urgencia e importancia. ¿Cuál tiene más importancia en tu vida? Apúntalo todo y luego de que veas ese objetivo en el puesto número uno, manos a la obra. Pero… ¿Cómo me aseguro de cumplirla? Pues, paso número uno: No dejes tus objetivos empolvados en una libreta. Sí, una palmadita en la espalda por organizarte y escribirlos, pero que tu auto-satisfacción (o procrastinación) no sea tan grande que decidas culminar tu progreso ahí. “Muchas personas piensan que planificar metas es escribirlas a inicio de año o hacer un tablero de visión, pero en realidad se trata de también tener un plan de acción y una auto-evaluación frecuente que los haga pasar de deseos a realmente convertirse en metas”, afirma Suz.

Ver También

Atención, aviso importante

“Las metas no pasan solo porque las escribiste, el que las escribe y además de eso tiene un sistema de enfoque y seguimiento, incrementa a un 80% las posibilidades de lograrlas”.

Suz Amaro, influenciadora de negocios y estilo de vida

El método que se utiliza en Vivesmart es el siguiente: 

1. Inspirarte en tu futuro súper productivo y feliz
2. Diseña tus ambiciones por diseño
3. Diseña tus metas del año
4. Autoevaluarlas por trimestral y mensualmente
5. Enfocarlas por semanas
6. Priorizarlas día por día

Pero ojo, esto no significa que le dejes la puerta abierta a la frustración. Es bueno utilizar la motivación y la disciplina para lograr lo que queremos. Sin embargo, exigirte demasiado puede provocar periodos de estancamiento y sentimientos de fracaso. “Estamos en una era que va a alta velocidad, donde incluso nosotras mismas nos exigimos más de lo que verdaderamente podemos lograr, lo que hace que al final termines en abrumamiento o aburrimiento, soltando así lo que algún día nos ilusionó porque no supimos gestionar”, comenta Suz.

Tómalo con calma y aprende a celebrar las pequeñas y grandes victorias. ¿Qué te impide comenzar? ¿Qué te impide tratar de nuevo? La línea de meta se encuentra a un paso de la acción constante.

La hiperfijación hacia una meta solo traerá repercusiones físicas y mentales a largo plazo, así que practicar la compasión hacia una misma y ser flexible también es necesario.

“Con que cumplas el 70% de lo que te propusiste es más que motivo suficiente de celebración. Conviértete en un eterno progreso a lo que te hace feliz”.

Suz Amaro

© 2023 Pandora Todos los derechos reservados.
Términos y Condiciones - Políticas de Privacidad