Factores como: comprar una lámpara con luz anarajada en tu habitación y reducir el tiempo en pantalla antes de meterte a la cama son vitales para acostumbrar a tu cuerpo a descansar.
Puedes fijarte una hora donde termines de trabajar aún si quedan cosas pendientes (prioriza lo que tenga más urgencia, lo otro déjalo para después). Y sobre todo, toma breaks cada cierto tiempo.
Según estudios, comer una hora o menos antes de dormir puede contribuir a tener un sueño de mala calidad.
Si tomas siestas demasiado largas en la tarde puedes interrumpir tu patrón de sueño a la hora de realmente dormirte.
Esta técnica de meditación puede lograr que desconectes tu mente de tu alrededor por un momento. Así, permitiéndote entrar en modo zen más fácil a la hora de dormir.