Telegrama de Revista Pandora: Edición Mayo 2023

Este mes de mayo la Revista Pandora está dedicada a las madres, contando en distintas portadas con tres historias sobre el camino único de la maternidad que vivimos cada una de manera individual. No solo como madre, también como hijas. El telegrama de esta edición es especialmente para mi mamá, María.

Telegrama de Revista Pandora Edición Mayo: A mi mamá, María

Ya son 28 años sin ti. La nostalgia, siempre, de vez en vez, se apodera de mí. Pensé que la maternidad lograría que la falta de no tenerte en mi vida se alivianara. Y no sé cómo explicarlo, pero se convirtió en otro tipo de nostalgia. ¡Me has hecho falta! He descubierto que aunque soy fuerte, a veces, simplemente no quiero serlo. Me pregunto si también tú te sentías igual. De repente me encuentro vivenciando momentos, y pensando cómo habrán sido ellos para ti, si te sentías igual que yo. No debió ser fácil, emigrar con dos niñas, sin mucha ayuda y siendo el mayor sostén del hogar. ¡Cómo me gustaría abrazarte y decirte que está bien descansar, que está bien ponerte a ti primero!

Te cuento que tus nietos son dos ricuritas, siento que Nícolas tiene tu carácter y Dante tu dulzura, han sido una balanza para mi vida y mi mayor motor. Me han enseñado lo bonito y no tan bonito de la vulnerabilidad. Increíblemente, siento que nací para ser mamá. A veces ni creo que me encuentre diciendo o pensando eso. Pero también, admito que encuentro paz en saber que tengo la ayuda necesaria para cuando ser mamá y profesional resulte agobiante. Mirando atrás, me doy cuenta que quizás no disfrutaste de ese privilegio. ¡Cómo quisiera abrazarte!

Te encuentro en momentos donde hago cosas que dije que jamás haría como madre, como vestirlos iguales, algo que a ti te encantaba, o tomarle 200 fotos al día, una pasión que heredé de ti… creo que hubieses disfrutado mucho la tecnología de esta época.

Me han hecho falta los consejos que desde temprana edad supe no recibiría, y tus abrazos que siempre me demostraban que todo estaría bien allí, en mi lugar seguro. Mientras, me conformo con sentirte a través de los claveles rojos que tanto te gustaban. Esos, que cada día de las madres adornan alguna esquinita de mi casa.

Te extraño, por siempre,